martes, 15 de septiembre de 2009

EL BATLLISMO

En 1913 Batlle y Ordóñez publicó unos Apuntes en los que expresaba sus ideas para la creación de lo que él consideraba como un “país modelo”. Este documento y la larga prédica periodística realizada en el diario El Día –que él mismo fundó– constituyen la base teórica del Batllismo y revelan sus fundamentos filosóficos, basados en el pensamiento de teóricos como Karl Kraus, Franz Ahrens o Paul Janet.
Propugnaba un país de clases medias, en el que “los ricos fueran menos ricos para que los pobres fueran menos pobres” y consideraba que ese ideal sólo podía lograrse por medio de la acción de un Estado intervencionista y redistribuidor.
En lo esencial el Batllismo se caracterizó por:
  • La defensa de un modelo capitalista, que jamás cuestionó la propiedad privada de los medios de producción.
  • Un fuerte intervencionismo económico, expresado en la creación de monopolios estatales y una legislación avanzada de cuño socializante.
  • Un fuerte anticlericalismo expresado en la separación total entre la Iglesia Católica y el Estado.
  • La nacionalización de algunos aspectos básicos de la economía –que afectó en especial la presencia de compañías privadas británicas– y un proteccionismo moderado.
  • Una concepción humanista de la vida social, que se expresó en los aspectos más diversos, desde la ley de divorcio por voluntad unilateral de la mujer a la prohibición de las corridas de toros y cualquier otra forma de maltrato gratuito a los animales.
  • La reforma del sistema electoral de tal manera de ampliar el ejercicio de los derechos democráticos y ofrecer garantías de limpieza en los comicios.
Cabe destacar que este último aspecto tuvo muchas veces al Batllismo –heredero natural de las prácticas políticas fraudulentas del coloradismo tradicional– en posiciones conservadoras (oposición al voto secreto y, durante un largo período, a la representación proporcional) pero con la suficiente flexibilidad para permitir una sustancial mejora del sistema.

Otro de los logros del Batllismo fue la revaluación del Peso, en ocasiones, superior al Dólar.
El Batllismo, con su política nacionalizadora, su legislación social avanzada (con tintes radicales por momentos), su economía dirigida con un puntilloso cuidado por los equilibrios macroeconómicos, logró forjar una sociedad mesocrática excepcional en América Latina, la “Suiza de América” a cuyo recuerdo aún se aferran los nostálgicos

Fuente

  • Peirano, Ricardo (2000 - 2002). Gran Enciclopedia del Uruguay. Barcelona: Sol 90. OCLC 51576630.

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